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Este libro sagrado es la carta que Pablo, el apóstol de Dios, escribió a un creyente llamado Filemón. Era de Colosenses. Fue a través de Pablo que Filemón aceptó la fe por primera vez.
Cuando Pablo escribió esta carta a Filemón, estaba en prisión por predicar la palabra de Dios. Desde su cautiverio, escribió esta carta, cuyo tema era una petición sobre Onésimo, el esclavo de Filemón. Onésimo había huido de su amo, pero Dios permitió que sus caminos se cruzaran, y Pablo finalmente lo llevó a la fe. La vida de Onésimo cambió por completo y accedió a regresar con su amo. Sin embargo, según la ley vigente en aquel tiempo, Filemón podía condenarlo a muerte por su traición. Por eso, Pablo escribió esta carta y se la entregó a Onésimo para su amo, haciéndole saber que Onésimo había cambiado. Pablo le dijo que, puesto que Onésimo compartía la misma fe en Jesús que Filemón, ahora eran hermanos en Cristo.
Este libro nos enseña que la fraternidad que nace de la fe es muy importante. Si creemos en Cristo y no consideramos hermanos a quienes comparten nuestra fe, significa que aún no hemos comprendido todo el bien que poseemos por la gracia de Jesús, el Mesías enviado por Dios.
