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Cuando Pablo llegó a Listra, conoció a un creyente llamado Timoteo. Aunque Timoteo era aún joven, Pablo lo llevó consigo para predicar la palabra de Dios. Timoteo se tomó esta labor muy en serio y siguió a su maestro a todas partes para fortalecer su fe y aprender a predicar. Pablo confiaba en él y lo envió solo en una misión. Dios ya le había revelado esto a Pablo mediante las palabras de un profeta.
Cuando Timoteo partió para ayudar a los creyentes de Éfeso, Pablo le escribió una carta que se convirtió en este libro. Pablo le brindó a Timoteo mucha orientación para que pudiera enseñarles a los efesios una sana doctrina sobre las leyes de Dios. Había personas malvadas en Éfeso que querían sabotear la obra de Dios. Pablo advirtió claramente a Timoteo sobre estas personas para que pudiera enseñarles la verdad con valentía. Pablo también le dio consejos a Timoteo sobre cómo debían comportarse los creyentes.
Este libro contiene muchas enseñanzas que pueden ayudar a los creyentes de hoy. Pablo deseaba ayudar a Timoteo y a los efesios a mantenerse firmes en el camino de Dios. Esto también se aplica a nosotros. Que Dios nos ayude, mediante este libro, a alcanzar un verdadero entendimiento y a vivir en obediencia durante nuestra vida terrenal. Que nuestras comunidades de creyentes vivan según las instrucciones que Dios dio a Timoteo por medio de Pablo. Amén.
