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Este libro sagrado es la segunda carta que Pablo escribió a los creyentes que vivían en la ciudad de Corinto, en Grecia. Ya había predicado allí durante su segundo viaje. Muchos habían creído en Jesús, pero su conducta era deficiente. Había desacuerdos entre algunos, otros cometían actos sexuales inmorales y otros se jactaban de sí mismos ante los demás creyentes. Todo esto solo causaba vergüenza entre los religiosos. Por eso Pablo les escribió su primera carta.
Cuando los corintios leyeron la primera carta, algunos obedecieron las instrucciones de Pablo y se apartaron del pecado. Pero otros se volvieron obstinados. Estos últimos se convirtieron en adversarios de Pablo y buscaron por todos los medios difamarlo. Se hacían pasar por verdaderos mensajeros, pero eran orgullosos. Por esta razón, Pablo escribió su segunda carta a los creyentes de Corinto.
Esta carta demuestra que Pablo era un verdadero mensajero de Jesús, el Mesías enviado por Dios. Pablo enseñó muchas cosas a los creyentes para que los mentirosos no los engañaran diciéndoles que dejaran de escuchar a Pablo.
Además, esta carta ofrece buenos consejos a los corintios sobre la obra que habían comenzado a realizar para los creyentes que vivían en Jerusalén. Había creyentes que padecían hambre en Israel, por lo que los creyentes que vivían en otros lugares recolectaron dinero para ayudar a sus hermanos. Los corintios fueron los primeros en comenzar esta labor. Mediante esta carta, Pablo los animó a terminarla.
Esta carta se ha convertido en un libro sagrado que instruye a los creyentes de hoy con buenos consejos. Debemos escuchar a los mensajeros de Dios que enseñan la verdadera Palabra de Dios. Si alguien afirma ser mensajero de Dios y sus enseñanzas no concuerdan con las de los primeros seguidores de Jesús, es un falso mensajero y no debemos seguirlo. Que Dios nos proteja de tales engaños. También es nuestro deber ayudar a otros creyentes en su sufrimiento en todo lo que podamos. Que Dios nos conceda ese amor.
Que Dios nos ayude a ser personas que hagan su voluntad. Amén.
